Tres amigos del colegio Cristo Rey, Paulo Cosetti, Fernando Corvalán, más conocido como “Capero”, y Lucas Zárate, iniciaron la chispa que encendió a más de 6.000 estudiantes de todo el país, en una histórica marcha por la educación. Paulo Cossetti indicó que la idea de la marcha surgió de Fernando, a inicios de año, en el pasillo del colegio. Explicó que el nacimiento de todo se dio luego de años de servicios comunitarios emprendidos desde la institución, de las misiones jesuíticas como base.
Los tres amigos reflexionaban constantemente sobre las injusticias que suceden en el país. “Estábamos tan comprometidos que lo hablábamos en el recreo, incluso en las fiestas terminábamos debatiendo con los compañeros y surgió la reflexión que la base de todas las injusticias es la falta de educación”.
La idea empezó a concretarse con las sentatas en su colegio. Posteriormente conformaron la Comisión de Recorrido, con 60 alumnos de 200 colegios provenientes de capital y Central, quienes realizaron charlas y llevaron la invitación. “Nunca dudamos en trabajar con colegios nacionales. Mi padre era del Colegio Nacional de la Capital y mi madre, de un colegio de Pilar”, comentó.
Por su parte, Lucas Zárate recordó que a los 4 años visitaron y compartieron con chicos de una institución muy humilde de Pa’i Puku, Chaco. “Con los años visitamos otros lugares y entendimos el porqué de las injusticias sociales”, dijo. Zárate es del Bachillerato Técnico en Administración de Empresas; en cambio, nunca estuvo ajeno a los problemas políticos.
Mesa de diálogo con el MEC
Los estudiantes acordaron con la ministra de Educación, Marta Lafuente, una mesa de diálogo donde le presentarán sus propuestas en documentos. Será en el Colegio Nacional República de Colombia, el martes 22 de este mes.
Luego de la marcha, en redes sociales recorrió unos documentos donde la coordinadora departamental de Central, licenciada Lilian Justiniano, y la docente Ana Ríos de Franco, de Alto Paraná pidieron informe de los alumnos y docentes que participaron de la marcha. Los jóvenes señalaron que es una medida de amedrentamiento. Por su parte, los coordinadores indicaron que es solo para fines estadísticos y negaron que se trate de una medida represiva.