“Mis clientas quieren hablar sobre sus cosas personales, les gusta ser escuchadas y que se les dé consejos. Se enojan conmigo si no demuestro interés porque dicen que soy como una psicóloga luego para ellas”, expresó la peluquera Belén Blanco, al ser consultada sobre el estudio que revela que chismosear trae ventajas en el organismo de las mujeres.
Ella y su prima atienden en un salón de belleza en Lambaré desde hace casi 11 meses y aseguran que, aunque el negocio es relativamente nuevo, ya tienen una clientela formada y la confianza con las señoras que acostumbran arreglarse el pelo es muy grande.
¿CÓMO SABEN TODO?
“No es un secreto, porque de entrada nadie luego cuenta nada. Depende mucho del trato que ofrezcas. Si se sienten cómodas con vos, aunque no preguntes nada te van a revelar sus intimidades”, explicó Belén, quien todos los días se entera de los chismes de sus clientas.
Sobre las charlas a la hora de cortar el pelo, aseguró que son las propias señoras las que fijan el tema de conversación.
“Ahora tengo mi negocio propio, pero antes trabajé en otro lado y por experiencia te digo que de lo que más se habla en una peluquería es acerca de la vida amorosa de las clientas. Ellas vienen a hablar de su novio o de su marido; si tiene chico o grande, si es bueno o malo en la cama, si tienen amantes. Una clienta hasta me contó que su marido era impotente y quiso que le aconseje”, recordó.
Además, la peluquera aclaró que saber el tipo de vida que lleva su clienta es importante para sugerir cambios de look.
MUJERES SE EXCITAN AL CHISMOSEAR
Según un estudio científico realizado por especialistas de la Universidad de Pavía, Italia, el cerebro de las mujeres produce una hormona llamada “oxitocina”, cada vez que se cuentan chismes. Esta sustancia genera sensaciones placenteras similares a cuando una persona está excitada, ya sea por recibir besos o abrazos. Otro efecto positivo de la hormona es que alivia la presión sanguínea y produce un efecto tranquilizador.