El pesebre es toda una tradición de las familias, que recrean el nacimiento de Jesús en un establo, rodeado de animales de granja. Pero, en la actualidad, la gente va innovando y agrega animales que, según la Biblia, no estaban.
Cristina Echeverría, artesana de Areguá, dijo a EXTRA que los sapos no deben estar en el pesebre. Según ella, porque está asociado más con la brujería, por lo que no recomienda colocarlo cerca del niñito Jesús.
Ante esto, consultamos al sacerdote Pedro Brítez, de Itauguá, quien señaló que el pesebre no es un adorno navideño, sino “un santuario que nos recuerda el amor de Dios”. “Jesús vino a salvar no solo a los hombres, sino a todas las criaturas de Dios. Los animales representan la creación de Dios, por lo que no está mal poner sapos”, explicó.
Es tradición
Por su parte, el pa’i Piter, de Areguá, recordó la canción “Dos trocitos de madera” de Maneco Galeano, cuya letra menciona al sapo. “La canción dice ‘que lindo está su pesebre mirana un poco el yvu y en sus orillas cantando su tristeza un kururu’. Este animalito es parte del pesebre paraguayo”, refirió.
“Depende del sentido que les dan a los animales y eso ya es personal y relativo. En la Biblia la víbora representa al maligno, porque es astuta para mentir, pero Jesús también usó para enseñar: ‘Sean astutos como la serpiente y sencillos como la paloma’, entonces, si quieren poner víboras, ranas, sapos, picaflor, mono, entre otros, está bien porque todos son criaturas de Dios”, reafirmó el padre Brítez.
La artesana Rogelia Romero incluso agregó este año el carpincho en lugar del burro y hasta un mykurê con crías.
Más ovejas
Otra tradición, según la artesana, es agregar una oveja cada año, debido a que representa la obediencia y docilidad.
“Si no vas a cambiar tu pesebre, debés comprarle una oveja para su juguete. También se dice que hay que agregar al pesebre una oveja por cada hijo”, declaró ña Cristina.