Dos conductores de Bolt ya le habían cancelado el viaje cuando Marco Acosta aceptó llevar a un pasajero.
Al llegar hasta la calle Pampa Grande, en Asunción, lo encontró en silla de ruedas llorando.
Apenas kilómetro y medio era lo que tenía que recorrer de distancia hasta el supermercado, pero el viaje se tornó un verdadero calvario.
“Dos choferes que llegaron y cancelaron el viaje por ver que tenía la silla. El segundo se plageó y le dijo gritándole prácticamente que le iba a hacer perder tiempo”, se quejó el trabajador en un grupo de conductores de la plataforma, en Facebook.
Ya le pasó antes
Marco contó a EXTRA que el señor, de unos 40 años aproximadamente, le dijo que, para colmo, no era la primera vez que le pasaba algo así.
“Algo similar le ocurrió al salir del hospital, y fueron unos Linces los que le ayudaron a subir, estuvo casi 40 minutos esperando esa vez”, lamentó.
Le mencionó que, generalmente, es un problema salir de casa porque le cuesta encontrar choferes dispuestos a ayudarle.
No hay categoría
Basilio Duarte, presidente de la Aso de Concutores de Bolt Paraguay, comentó que lastimosamente no hay una categoría para este tipo de viajes.
Mencionó que es una situación que ocurre mucho y que depende de la calidad humana del chofer y del tamaño del auto.
“La mejor opción en este caso es pedir MUV”, le bajó.
“Ojalá que ese chofer que canceló y le gritó vea el grupo y se dé cuenta de que hizo mal, y le llegue fuerte el Karma”, dijo Marco Acosta.
Explicó que en esa App, los conductores marcan sus preferencias. Por ejemplo, si no tienen problema de llevar mascotas, personas en silla de rueda, etc. “Tiene filtros y es más amigable, digamos”, finalizó.
