Verlas es recordar los golpes y que casi estuvo a punto de perder la vida. Para S. M., el daño no solo fue físico, también psicológico.
La joven, de 24 años, denunció a dos hermanas y a la hija de una de ellas por un hecho ocurrido el 7 de diciembre del 2020. El año pasado se realizó el juicio oral y las dos mujeres fueron condenadas a dos años de pena privativa de libertad, pero el juez suspendió la ejecución de la condena. Esto significa que no irán a prisión, aunque deben cumplir varias reglas durante dos años.
La afectada se animó a contar su caso a EXTRA
A pesar de eso, según S. M., la familia sigue molestándola y amenazándola. Dice que teme por su vida y que la situación no terminó para ella.
En aquel entonces, víspera de Caacupé, S. M. salió de su casa en Limpio con sus amigos. Entre ellos estaba el “amigovio” de la hija de una de las hermanas, quienes además son sus vecinas. De repente, la joven, que tenía 17 años en ese momento, salió gritando “¿Creyeron que se iba a burlar de mí?” y se lanzó directamente hacia S. M. Los amigos intentaron defenderla, pero no lograron contener la situación.
“Una de ellas quiso sacar su arma de fuego, pero la otra hermana le atajó. Yo traté de llegar a mi portón y correr, pero una de ellas me alcanzó, me echaron al suelo y empezaron a garrotearme”, recordó.
Minutos después, una de las agresoras tomó una botella de vidrio y comenzó a golpearla, provocándole cortes en el muslo y la cintura.
“Empecé a gritar y preguntar qué les hice, que me dejen en paz, pero no había forma”, contó.
En medio del ataque, otra vecina escuchó el ruido y corrió a ayudarla. Según S. M., sin esa intervención ella no habría sobrevivido.
Ella sospecha que todo ocurrió por celos, ya que creyeron que S. M. mantenía un romance con su amigo.
Habló con víctimas
S. M. aun hoy siente las secuelas de aquella noche. Este 7 de diciembre se cumplirán cuatro años del hecho.
Decidió contar su historia a EXTRA porque, según dice, las hermanas son las mismas que supuestamente sedujeron a 22 hombres casados y luego los extorsionaron.
El caso también fue publicado en nuestro medio, donde la señora de uno de ellos manifestó que, al no conseguir dinero para que no informaran a las esposas, ellas denunciaron a esos hombres por distintos hechos, incluso por abuso sexual.
S.M. asegura que no sabía nada de eso hasta que la esposa del primer afectado habló con ella. Luego pudo conversar con otras víctimas y comparar lo que vivió.
Afecta a su familia
Una posó con un arma de fuego
Hoy, el miedo de S. M crece, ya que asegura que una de las mujeres llegó a posar con un arma de fuego en una foto, dando a entender que iba dirigida a ella. Dice además que no solo la molestan a ella, sino también a su mamá, quien sale temprano a trabajar y ha sido seguida en varias ocasiones. Según S. M., las hermanas tampoco cumplen las reglas impuestas por la Justicia: toman, salen y continúan hostigándola.
Otro punto que la preocupa es que ambas deben indemnizarla con G. 3.000.000 cada una, pero hasta ahora no cumplieron. Por eso pide que la justicia revise de nuevo su caso y que se tomen medidas para que pueda vivir tranquila.