“No soy prójimo de nadie, yo tengo derechos. La gente dice: ‘pobrecito, qué lástima’. Eso no es así. Las personas con discapacidad no nos limitamos, sino que la gente nos limita”, expresó Carlos Van Humbeeck (24), un joven que después de un infortunado accidente quedó parapléjico hace 4 años. En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, celebrado ayer, el muchacho relató su historia de lucha.
Fuerza de voluntad
Carlos es enérgico y, pese al dolor de saber que ya no podrá volver a caminar, no se rindió, sino que decidió emprender su camino. Tiene su propio coche, adecuado para él, y cuenta que es muy independiente. “Dejé de trabajar en el negocio de mi papá y busqué trabajo, muy difícil de encontrar por cierto, para personas con discapacidad”, afirmó.
Actualmente es encargado del Departamento de Análisis de Cobranza en la capital. El luchador no se limitó a escrachar a las empresas y comercios que no se adecuan a la inclusión. “Nos quieren tener escondidos como bichos raros. A la gente que discrimina le digo que nos respete, y a los que están en mi lugar, que no se callen”, expresó “Kito”, apodo con el que lo conocen sus amigos.
El sobreviviente hace charlas motivacionales y alienta a las personas con discapacidad a no sentirse mal ante la adversidad. “A veces la gente dice que tiene problemas, pero hay otras que la pasan peor. Hay que seguir adelante nomás”, dijo con sonrisa contagiante.
Comentó que gracias a las redes sociales se logra que la gente se involucre con los hechos de discriminación. “De a poquito vamos avanzando, pero nos falta. Desde las empresas, que estén adecuadas”, expresó. Finalmente, Carlos instó a la gente a respetarlos por ser igual y no por ser diferente.