Cada pieza se convierte en una obra de arte. Javier Alegre (29), juega con los colores, el tamaño de las agujas y la magia va surgiendo poco a poco.
Su oficina está debajo de un árbol de mango donde teje sin parar hasta darle forma a los tejidos.
Algunas figuras son réplicas de animalitos, como perros, gatos, gallinas. También hace imágenes religiosas, según contó el rey del crochet a EXTRA, que siempre está acompañado de un rico tereré pantano.
Hace sus trabajos debajo de un árbol de mango
Sin embargo, el trabajo que más le costó hasta ahora fue elaborar un dinosaurio, igual al de las películas.
Pero el pedido más extraño que le tocó hacer tiene que ver con la parte íntima masculina. Reto que aceptó como todo profesional, contó el artesano de la compañía Tapé Guazú de San Juan Bautista, departamento de Misiones.
“Lo más raro que me llegaron a pedir fue para una despedida de soltera; me pidieron pilincitos de crochet en cantidades, que las chicas usaron como collarcitos”, dijo.
Las fotos fueron subidas a sus redes sociales y los comentarios no se hicieron esperar. Su negocio fue creciendo y lo llamó “Javier Mundo Crochet”.
Los pedidos fueron aumentando y su marca se hizo conocida, pero la fama trascendió fronteras luego de la entrevista que le hizo EXTRA hace unas semanas atrás, donde mencionó que su familia se burlaba de él por su labor, debido a que era considerado de mujer.
De tan viral que se hizo la entrevista, Javier tiene trabajo asegurado hasta marzo del 2024.
Le escriben personas de todas partes del país, también compatriotas de España y otros países, que le dijeron que quieren llevar de recuerdo un pedacito de Paraguay.
“Estoy muy feliz porque optan y ven como una opción mis trabajos. La Virgen de Caacupé es lo que más se pide porque es algo que nos identifica a nosotros como paraguayos”.
Sus sueños
Una de las metas de Javier es continuar sus estudios; le gustaría ser psicólogo, carrera que gracias a sus ingresos podrá pagar.
Su otro sueño es tener su propio taller, comprar un celular de alta gama para publicar sus trabajitos, también desea tener un autito propio porque su único medio de transporte es una vieja bicicleta.
“Si los clientes son de la zona, yo hago las entregas los domingos, me subo en mi bici, entonces salgo a pedalear y de paso hago las entregas. Cuando es lejos, yo mando por transportadora a Ciudad del Este, Encarnación, Asunción, Central, San Pedro, Juan Caballero, etc”, dijo.
Ya es famoso
Hace unos días, Javier fue al hospital donde se encuentra internado su hermano, y los doctores le felicitaron, contó a EXTRA.
“Me aplaudieron, fue algo muy emotivo para mí; me reconocieron y me dijeron que vieron el periódico”.
Javier lamenta no poder cumplir con todos, muchos le pidieron recuerditos para Navidad, pero tiene la agenda llena.
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