Con la nariz roja, los ojos perdidos y soplando un pico de plástico aparecen de ahora en más los borrachos al volante, en la galería de imágenes de la Patrulla Caminera.
La implementación de la multa electrónica ya permite a los zorros obtener de manera automática la selfie del infractor, desde el momento en que el aliento tiene contacto con el bafómetro (aparato para medir el alcohol).
“El objetivo es evitar suspicacias, ya que se decía que cuando un conductor caía en el control de la Patrulla y daba positivo ‘tranzaba’ y la segunda vez que se soplaba ya lo hacía el inspector, ahora eso ya no va a ser posible”, explicó Luis Christ Jacobs, director de la Caminera.
El moderno aparato, que ya está siendo utilizado en Central y ciudades del interior, emite la multa con un código de barras cuyo costo se puede pagar en cualquier boca de cobranza, como si fuera una factura de luz. “El alcoholímetro cuenta con GPS, así sabemos la ubicación exacta del control, figura también el nombre del inspector, de manera que todo sea realizado con transparencia”, dijo el alto funcionario.
Agregó que con el nuevo sistema se podrán obtener estadísticas muy importantes de modo a determinar por ejemplo cuáles son los lugares donde hay más infracciones.
Nuevos controles
El titular de la Caminera adelantó que a finales de este mes estarían implementando los descibelímetros.
“Estamos calibrando en el Instituto Nacional de Tecnología y Normalización (INTN) los descibelímetros, para esos equipos que tienen cajas y no le dejan dormir de noche a la gente”, sostuvo.
Para más adelante la Patrulla Caminera ya contaría también con las lomadas electrónicas que permitirán controlar la velocidad de los distintos tipos de rodados.
“Lo ideal sería que la gente tome conciencia y no maneje ebrio”, finalizó Jacobs.
Faltas graves
Si el conductor arroja positivo con más de 0,80 mg/dl de alcohol en la sangre es considerada falta grave y deberá abonar 20 jornales mínimos (G.1.625.040).
Se considera falta leve cuando el bafómetro arroja 0,20 mg/dl de alcohol en la sangre. La multa a ser aplicada en este caso es de 10 jornales mínimos (G.812.520).
Por cada nueva multa que aparezca en el historial del infractor se le aumenta 25% sobre el jornal que corresponde ya sea ante una falta leve o grave. Si es la cuarta vez que cae en una barrera, el infractor deberá pagar el doble de la multa, es decir, si es falta grave ascendería a más de G. 3.200.000.