La casa de la “alegría": para entrar la palabra clave era “Free”

Fiscal explicó que actuaron de oficio bajo temor de que explotaran menores.

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En el sitio encontraron una jaula, además de otros llamativos elementos.

Una foto en el portal sadomasoquista llamó poderosamente la atención de la fiscala Irma Llano y todo su equipo. “Había un órgano genital con varias pinzas que podría ser de un niño”, expresó la letrada en contacto con radio Monumental.

A partir de esa sospecha empezaron a investigarlo y descubrieron que el local se encontraba ubicado en la comunidad conocida como Rosaleda, a unos 30 kilómetros aproximadamente de la ciudad de Mariscal Estigarribia, departamento de , en el .

Varias habitaciones estaban todavía en construcción a la llegada de los intervinientes.

Una comitiva fiscal-policial partió desde Asunción y recorrió poco más de 500 kilómetros para llegar al sitio, donde luego de decir la palabra clave: “free” (libre en inglés), pudieron ingresar. Los dueños eran alemanes y un traductor de la zona colaboró con la comitiva, con los ojos realmente sorprendidos ante lo que encontraron.

“Él dijo que había rumores de que existía un lugar así, pero nadie sabía de eso”, afirmó Llano. El sitio fue construido en base a contenedores que se acondicionaron para funcionar como habitaciones y los clientes eran exclusivamente extranjeros, dispuestos a pagar entre 700 y 800 euros (casi 6.000.000 de guaraníes) por una semana de placer sadomasoquista.

Los contenedores fueron acondicionados como habitaciones.

El dueño de casa era un hombre de 74 años, quien según su hija, Jazmín de 37, manejaba la página donde era ofrecida ella como domadora de esclavos, quienes encuentran placer en el dolor.

El lugar era administrado por un alemán de 74 y su hija de 37.

De acuerdo a la página, los que no cumplían con sus deseos, eran encerrados en un sótano.

“Es un lugar donde la sensación térmica es de más de 50 grados, imaginate estar encerrado ahí”, cuestionó. Agregó que en sí la situación no configura algún hecho punible, pero que ellos abrieron una investigación de oficio debido a que la zona está minada de indígenas, que podrían ser víctimas de sexual infantil.

Sótano donde van de castigo los “esclavos” que no cumplen con Jazmín.

Sin embargo, los dueños de casa negaron esta situación, asegurando que sus clientes eran todos hombres mayores y mayormente alemanes. De todas maneras, Llano señaló que se incautaron dispositivos electrónicos para corroborar si hay o no menores de edad. “La causa fue abierta como probable pornografía infantil”, dijo.

Agregó que en caso de no confirmarse esta situación, la comuna local debería intervenir el sitio, considerando el alto nivel de insalubridad que presenta el lugar.

Las habitaciones y varios otros sectores estaban sucios y dejados.

En el sitio web, los dueños invitaban a los extranjeros a visitar Sudamérica y hasta contar sus experiencias con Jazmín, para que los posibles clientes conozcan un poco más acerca del llamativo hospedaje.

Invitaban a los europeos a visitar Sudamérica, mediante su página web.

Además, presentaron una serie de reglas a tener en cuenta al momento de ser esclavos de Jazmín.

También presentaban reglas para los “esclavos”.

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