Los pasillos de los hospitales del IPS están llenos de vendedores ambulantes. Los trabajadores informales ingresan para ofrecer almuerzos en viandas, chipa, cocido y otros alimentos.
La Superintendencia de Salud, con apoyo de encargados de la previsional, realizó el desalojo de los vendedores. Pudieron constatar que ingresan al predio con bolsones, termos llenos de comida, termos y conservadoras con bebidas.
Las personas accedieron a salir del predio; sin embargo, horas después se realizó un segundo recorrido y los vendedores nuevamente hacían de las suyas en los pasillos.
Las autoridades señalaron que es una problemática que vienen enfrentando hace décadas. A los vendedores se les dio el permiso de trabajar fuera del hospital o incluso instalarse en la entrada principal, pero tienen prohibido ingresar.
Señalan que hay unos 300 vendedores ambulantes recorriendo el hospital central del IPS, en diferentes turnos. Los horarios en que los vendedores ingresan en masa son de 07:00 a 09:00, para la venta de desayunos, y luego desde las 12:00 a 15:00.
El equipo de Radio Monumental conversó con los guardias de seguridad de la previsional. Uno de los responsables de seguridad indicó que es un problema de siempre, pero en los últimos años se ha agudizado.
“Muchos se resisten a abandonar el lugar e incluso amenazan o agreden al personal que intenta intervenir”, comentó. También denunció su pedido para reforzar el equipo de control con al menos 30 funcionarios más, pero fue ignorado por las autoridades competentes.
Además del desorden y la insalubridad, han registrado casos de violencia, acoso e incluso intentos de abuso protagonizados por algunos vendedores. A pesar de las falencias del control interno, no se ha realizado un plan para poner fin a este problema.