Decía tener una vida acomodada, que tenía propiedades, autos de alta gama y mucha plata. En redes sociales exhibía sus lujos, ropas caras y comía en los mejores restaurantes; sin embargo, todo era parte de un plan para cazar mujeres, enamorarlas, robarlas y estafarlas.
Isaías M. fue denunciado el lunes ante la Fiscalía, por una de sus víctimas, quien asegura que el muchacho de 23 años, le robó G. 28.000.0000 en concepto de compras por Internet, en un mes.
La víctima es Teo Reyes, de San Juan Nepomuceno (Caazapá).
Ese mismo día, la empresaria, también de 23 años, se dio cuenta de que debía una millonada al revisar el extracto de las tarjetas de crédito y débito.
“Yo le conocí en mayo de este año. Empezamos a hablar por Instagram, después él se ofreció a venir junto a mí. Cuando empezamos a hablar decía que es dueño de un condominio, de una transportadora, que tenía una playa enorme de vehículos, que su papá vivía en otro lado y que era multimillonario”, contó Teo a EXTRA.
También le dijo que es dueño de una mina de oro, de un hangar de aviones y que su mamá vive en Suiza.
En junio fue la primera vez que se vieron en persona.
“Yo pago todo”, le dijo
Al principio él pagaba todo, según contó la joven, hasta que un día, Teo dejó su billetera en el auto del muchacho, quien aparentemente fotografió sus tarjetas para hacer vuelos internos, comprar cosas a otras mujeres y hospedarse en los mejores hoteles con ellas.
Con los datos completos de la tarjeta, nombre completo de Teo, vencimiento de la tarjeta y los tres dígitos (clave) que figuran al dorso de la tarjeta lograba comprar de todo.
Esa información fue confirmada por los gerentes, quienes se pusieron a disposición con los videos de circuito cerrado.
El joven pagaba al contado y firmaba al retirarse. “Es como el estafador de Tinder, usaba plata de otra para levantar a otras chicas y eso fue lo que él hizo conmigo. Con mi plata les llevaba a los hoteles, les decía que es rico y que tiene plata”, apuntó.
Sacó las garras
Tiempo después de decir que se forraba de plata, Isaías comenzó a pedir a Teo que le compre cosas caras o que le compre saldo con la excusa del “después te devuelvo, amor”, Incluso le pidió unos suplementos (vitaminas) por valor de G. 500.000 y un tiempo después, dejaron de hablar.
No labura ra’e
Tras varias averiguaciones, la víctima descubrió que el supuesto millonario había sido resultó ser resogue y tampoco tiene empleo. Lo último que supo de él es que estaba intentando vender un vehículo de su propiedad.
De su familia nada conoce y tampoco sabe dónde está actualmente.
Hay más afectados: Hasta un hombre fue víctima
Además de hacer la denuncia, Teo contó la experiencia que tuvo con “el estafador de Ciudad del Este”, como lo apodó. A partir de ahí, saltaron seis víctimas más: a una le robó G. 7.000.000 de su mochila, a otra le quitó las llaves de su departamento (“se hospedaba”, en el lugar las veces que ella no estaba) y a las demás también les sacó plata. Incluso conquistó a un hombre en el gimnasio y también le sacó su dinero, según le contaron ellos mismos a Teo.