11 ago. 2025

Irá al Buenpa por robar un espejo retrovisor

Estará dos años presa, según ordenó una jueza. ¿Por qué decidieron encerrarla por tan “poca cosa”?

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Selva Torres fue pillada robando retrovisores de vehículos en la Costanera Norte.

Gentileza

Selva Carolina Torres, de 33 años, fue condenada a dos años tras las rejas por robar un espejo retrovisor.

El hecho ocurrió el 16 de febrero de 2025, alrededor de las 00:10 horas, en la Costanera Norte de Asunción.

De acuerdo con los antecedentes del caso, Torres arrancó el retrovisor izquierdo de un automóvil Toyota Belta, estacionado sobre la avenida José Asunción Flores, a la altura del muelle deportivo.

Su acción no pasó desapercibida: agentes del Departamento de Seguridad Turística de la Policía Nacional, que patrullaban la zona, la sorprendieron en flagrancia y procedieron a su detención. El objeto sustraído fue recuperado en ese momento. El costo del mismo no supera los 900 mil.

La investigación incorporó actas policiales, testimonios de los intervinientes y el historial judicial de la acusada. Durante la audiencia preliminar, el fiscal Aldo Cantero mantuvo la acusación y solicitó la elevación del caso a juicio oral.

Sin embargo, la defensora pública Fátima Paniagua informó que su clienta aceptaba la responsabilidad y optaba por un procedimiento abreviado, acordando una pena de dos años de prisión.

Al buen pastor

Generalmente, las condenas de dos años o menos, suelen tener medidas alternativas, con tal de no pisar una prisión, pero en este caso se tuvo en cuenta otras cuestiones.

El Ministerio Público dio el visto bueno a esta salida procesal y la jueza Clara Ruiz Díaz Paris, tras verificar que se cumplieran los requisitos legales, dictó la sentencia.

La jueza determinó que quedó probado que ocurrió el robo y que Torres fue quien lo cometió. Sin embargo, que haya aceptado el crimen no atenuó su condena. Tenía agravantes como la falta de trabajo y domicilio fijo, la ausencia de reparación del daño y la alta probabilidad de volver a cometer el hecho.

Como único elemento atenuante, la jueza valoró la admisión del hecho, que permitió abreviar el proceso. No obstante, descartó medidas alternativas y ordenó que la pena sea cumplida de forma efectiva en el Buen Pastor. La resolución deja abierta la posibilidad de que la condenada sea trasladada a otro pe