Automovilistas y peatones, todos quienes pasan por frente a la plaza Pistilli al costado del Buen Pastor, son invitados a pasar a mirar los productos que ofrecen las internas del régimen de semilibertad, del hogar Nueva Oportunidad.
Prendas de vestir, artesanías y comidas ofrecen las mujeres que están a punto de dejar el penal, a poco de compurgar su pena. Durante su estancia en la Casa del Buen Pastor, ellas aprendieron de todo y empezaron a practicar oficios. Unas cuantas en la costura, elaboran todo tipo de prendas, que exhiben al público para la venta.
“Esta idea surgió de las chicas. Ellas vienen preparándose desde hace años, en el régimen cerrado ya se capacitaron, aprendieron el oficio y con esto, ahora que ya están en semilibertad necesitan salir, mostrar los productos que hicieron y vender. Para que la gente vean que tienen la capacidad de autosustentarse y que realmente están preparadas, se reinsertaron realmente”, comentó a EXTRA la directora Fidelina Rodas.
En total son 20 mujeres que laburan también gracias al aporte de algunos padrinos.
Una de ellas es doña Ivonne Segovia Dávalos, quien desde el 2017 hace su “voluntariado de amor” con las internas. “Soy la madrina, quién no tiene una culpa, es duro pero a la vez gratificante. Comencé con un proyecto de flores y hoy por hoy, tengo una asistencia un poco general”, comentó la profe jubilada.
Comentó que ingresar al hogar es un proceso de curación y limpieza, de acuerdo con su buena conducta llegan ahí para estar de 6 meses a un año, cuando ya están a punto de dejar la cárcel.
“Hay de todo tío, decimos nosotros. Hay mucha mano de obra calificada y ellas necesitan demostrar de lo que son capaces. Nace la necesidad porque ya están saliendo, para que las vecinas le vean en la tele o lean, y vean que de a poco ya están sanando. Lo que se pretende es que ese proceso de reinserción sea lindo, que el choque con la realidad no sea tan traumático”, indicó Ivonne.