A los médicos no convenció la historia de que los golpes que tenía eran por accidente y llamaron a la policía.
Ya bastante sospechoso era que en la farmacia de Benjamín Aceval, Presidente Hayes, casi se desangrara y tuvieron que llevarla hasta el hospital local.
La jueza Yisella Picco relató a NPY que la mujer negó en todo momento que fue víctima, sin embargo se descubrió que en la estancia donde vivían se quedaron tres criaturas, de seis meses, de 9 años y 13 años y mandaron a la policía a revisar.
“Allí encontraron a la más grandecita totalmente ensangrentada. Ya había usado tres sábanas para atajar la hemorragia tanto de ella y su madrastra. Ella le quiso defender a su madrastra. Ahora es la que más grave está”, relató la magistrada.
Picco indicó que la estancia donde se encuentran está muy alejada del casco urbano, por lo que no podían pedir ni auxilio.
A la 01:00 ocurrió y recién a primeros rayos del sol, el sujeto se dignó en llevarle a su concubina para que recibiera asistencia. “Él le pidió perdón y ella accedió, pero le pidió que si de verdad le amaba, que le llevara al doctor. Pero dejaron a los niños. Incluso obligó a la mayor a lavar y fregar las sábanas sucias de sangre y ella con la cabeza herida”, dijo.
El hombre quedó a disposición de la Fiscalía.