Hace 35 años, Juana Ramírez (83), vive en una humilde casita ubicada en el barrio San Francisco de San Lorenzo. El dueño de la vivienda le alquilaba por G.120.000, pero tiempo después falleció y nadie se acercó a la casa para cobrarle.
Juana continuó en el lugar, hasta que el miércoles pasado, llegó un grupo de 20 policías que intentó desalojarla a la fuerza. Los vecinos se opusieron, y por esa razón no lograron su objetivo, según denunciaron en el programa Al Estilo Pelusa.
La anciana dijo que no recibió notificación alguna, y que no sabe dónde ir porque el único familiar que tenía falleció.
Juana junta latitas para sobrevivir y desde esa fecha, el 3 de agosto, ya no sale por temor a que ya no la dejen entrar. Se alimenta gracias a personas solidarias.
“Yo vivo con 10 perros, ellos son mi familia porque mi hija, hace dos meses que falleció, mi única hija que yo tenía, mi compañera”, contó ña Juana.
Su vecina, Silvia Aguilar, contó a EXTRA que desde esa fecha están en vigilia, porque no van a permitir que la abuela sea echada del lugar. “Nosotros atajamos el desalojo, Dios nos envió acá porque no le conocemos personalmente a ella (por Juana). Ella nos dijo que no estaba comiendo porque ya no podía salir a juntar latitas”, lamentó.
Aguilar señaló que Juana pagaba los impuestos del inmueble, pero dejó de hacerlo y aparentemente ese sería el motivo del desalojo.
Si querés ayudar a la abuelita con alimentos, podés contactar al (0981) 844-309.