Varios de los indígenas que fueron vacunados con un antiparasitario de uso animal tienen reacciones adversas que ni les dejan dormir, denunció Aníbal Vera, vocero de la comunidad Santa Isabel, ubicada en Yrybucuá, San Pedro.
El sábado daba a conocer que estancieros obligaron a los trabajadores a aplicarse biomectina 1% para supuestamente prevenir el coronavirus. En total nueve indígenas recibieron la inyección el jueves de la semana pasada.
Uno de los afectados fue ayer junto a Vera para comentarle que tenía dolor de cabeza y debilidad en el brazo donde le vacunaron.
Otra persona también le dijo: “Desde que se me puso no puedo comer nada, lo que como me hace doler el estómago y me da diarrea. Y el dolor de cabeza no se termina, no puedo ni dormir”.
La denuncia pública señala a la empresa El Misionero S.R.L., propiedad de Aldo Fanego, que exporta bananas. “La persona que les aplicó no es funcionario de salud y no tiene autorización”, manifestó el vocero indígena en contacto con la 1020 AM.
Un médico del puesto de salud irá hoy a inspeccionar a los trabajadores, y con los diagnósticos irán a hacer la denuncia en la comisaría.
Dentro de la comunidad hubo una persona que arrojó positivo al coronavirus. Ese es el motivo que habría alegado el responsable del establecimiento bananero para condicionar a los de esa comunidad.