OCURRIÓ EN SANLO: EN VARIAS CIUDADES “CAZAN” ESTE TIPO DE VEHÍCULOS
Hartos de los ruidos molestos, vecinos llamaron a la Policía.
CAJA
El auto con el enorme parlante fue “silenciado” y fue a parar al corralón de la comisaría de San Lorenzo. El dueño lo retiró ayer, en horas de la tarde.
Al ritmo de una estruendosa “cachaca”, un grupo de muchachos bebía y celebraba la “transformación” de la esquina de Coronel Romero y Defensores del Chaco en una verdadera discoteca al aire libre, en pleno microcentro de San Lorenzo.
La paciencia de los vecinos superó sus límites y, hartos de las largas horas de “ambientación” callejera, los lugareños alertaron a la Policía. Allí, Pedro Antonio Santander demostraba la adquisición de parlantes de última generación en su auto, haciendo imposible el descanso de los pobladores de la zona.
POLICÍA NO DA ABASTO CON CONTROLES
Según el jefe de la Comisaría 1ra. Central, Silvio Cantero, no es la primera vez que realizan este tipo de procedimientos. “Es una lucha constante. Los viernes y sábados son los peores días. Dispersamos un surtidor y se mudan a una bodega, de ahí a una casa particular”, contó el jefe policial a EXTRA.
De acuerdo al uniformado, se intenta poner límites a este tipo de situaciones, “pero a veces sobrepasa la capacidad policial, ya que hay otras situaciones que atender también”, argumentó.
Agregó que en estas circunstancias proceden a incautar el vehículo y que al propietario no le queda otra que abonar en el Ministerio Público sumas de hasta 50 jornales (más de G. 3.700.000) para retirar su rodado. Eso fue lo que ocurrió con Santander el fin de semana.
CARAVANAS
Cantero dijo que alumnos de colegios sanlorenzanos suelen hacer las famosas caravanas, con bocinazos y música a todo volumen, a más de gritos eufóricos, algo que también es motivo de quejas.
SON UN VERDADERO DOLOR DE CABEZA
Problemática constante en varios puntos del país.
Vecinos del barrio Ciudad Nueva de Ciudad del Este, hartos de ruidos molestos, denunciaron a través del Sistema 911 a un hombre cuyo vehículo estaba estacionado en un surtidor, con el equipo de sonido a todo volumen. Ocurrió en junio, en el Km 6 de la avenida Monseñor Rodríguez. El rodado fue incautado y quedó en la comisaría de la zona.
En otra ocasión, Ruth González, una joven indignada por la polución sonora que ocasionaba un vehículo en el microcentro asunceno, fue agredida mientras filmaba el hecho, en marzo pasado.