15 oct. 2025

Hacían trabajos de “amarre” a clientes y luego sextorsionaban

Octubre, mes de las brujas: cuatro personas fueron víctimas: Tarotistas mau exigían más y más plata para no “revelar los rituales”.

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Los estafadores hacen de las suyas por medio de redes sociales y las autoridades piden no caer en la trampa.

Ilustrativo

Prometían arreglar el amor, devolver a la ex o traer suerte al trabajo, pero todo terminó en una trampa.

Así opera una nueva modalidad de engaño y sextorsión que usa los supuestos “amarres de amor” para enganchar a las víctimas y luego extorsionarlas con fotos y videos íntimos.

Celso Rojas, coordinador de Prevención del Departamento Antisecuestro, reveló a EXTRA que cuatro personas ya cayeron en el engaño este mes. Uno de ellos llegó a perder hasta G. 12 millones.

Los falsos “maestros espirituales” ofrecieron sus servicios en redes sociales, donde publicaron anuncios prometiendo reconciliaciones, protección contra infidelidades y suerte laboral.

Cuando las víctimas entraron en contacto, las agregaron a WhatsApp y les ofrecieron iniciar el “trabajo” por G. 500 mil. Primero les pidieron datos personales y contactos de familiares o jefes.

Después, para que el payé “sea más poderoso”, les exigieron fotos y videos sin ropa, asegurando que eso “activaba la energía del ritual”.

“A medida que no funcionaba su trabajo, decían que había que hacerlo más fuerte y por cada ‘trabajito’ cobraban G. 1 millón”, contó Rojas.

El problema surgió cuando las víctimas dejaron de pagar. Los estafadores exigieron hasta G. 4 millones para no difundir el material y hasta amenazaron con maldiciones o enfermedades si no accedían.

Desde la cárcel

El coordinador advirtió que los responsables probablemente están dentro de las cárceles, pero contratan a gente de afuera para manejar las transferencias, giros y compra de chips.

“Se aprovecharon de la vulnerabilidad de la gente que buscaba mejorar su situación para fin de año y de los que creyeron que en octubre la magia era más poderosa”, explicó.

Piden no pagar

Desde el Departamento Antisecuestro recordaron en sus cuentas en redes sociales que no se debe enviar material íntimo ni pagar por estos supuestos rituales, y pidieron denunciar de manera confidencial llamando al *377.

“Las denuncias fueron totalmente reservadas y los afectados recibieron contención psicológica”, agregó Rojas.

En Antisecuestro sospechan que hay muchas más víctimas que callan por vergüenza. Al final, los “amarres” no unieron a nadie y solo dejaron a varios sin amor y sin dinero.