Chuco, la mascota de los pobladores de Humaitá (Ñeembucú), está enfermita, tiene la patita lastimada y una infección de oído. Hace cinco días, Chuco, de 9 años, se encuentra reposando en casa de su madrina, Reina Verga, y por esa razón no participó de los festejos por el Día del Folklore, que se celebra el 22 de agosto.
Al día siguiente, su tía Yoly Segovia, lo llevó a orillas del río para hacerle una sesión de fotos que fueron publicadas por la profesora María Ester Flores Riveros, quien periódicamente comparte la rutina de Chuco. El jagua’i akãhatã fue vestido con una chusca pañoleta y un sombrero piri con los colores patrios.
El animal es un callejerito que recorre de punta a punta Humaitá, le encanta compartir con niños y adultos, y siempre participa de cualquier evento, ya sea feliz o triste: casamientos, cumpleaños, misas, hasta velatorios.
“Él es un perro que ama su libertad, ni bien se recupera ya pide por favor que le dejen, empieza de nuevo a recorrer las casas de sus amigos, si hay turista, él está con los turistas, si hay misa, él participa. Se va a a la escuela, al colegio, si hay algún velatorio, participa del velatorio y acompaña en el cementerio, es un perro muy especial”, manifestó Flores Riveros.
Pero lo que más le encanta a Chuco es visitar a los niños durante el recreo porque siempre le dan de comer.
Chuco fue traído de Argentina por un poblador quien lo adoptó como mascota, pero desde hace siete años, prefirió vivir en las calles.
En su honor, los pobladores mandaron hacer una estatua, incluso le dedicaron una canción.