Don Mario Valenzuela no quería pasar sus 53 años sólo y el pasado 8 de diciembre agarró su auto, recorrió la ciudad de Concepción buscando una compañía.
Dos días después, despertó en su casa, con resaca, sin su auto y sin su celular.
El pasado miércoles, el hombre se presentó en la Comisaría 1ª de Itacurubí, Concepción, para presentar un denuncia por la desaparición de su coche Suzuki Maruti 800, gris metalizado, año 2002.
Según relató a los agentes, él había dejado estacionado el auto frente a su domicilio, con la llave puesta y su celular Samsung A10, en el interior.
Cerca de las 02:50 de la madrugada, al salir a verificar, se percató de que el rodado ya no estaba.
En un surtidor
Ayer, don Mario regresó a la comisaría para reportar que ubicó su rodado en una estación de servicios, donde habría sido abandonado, sin la batería y sin la llave.
“El propietario menciona que se acababa de acordar que él había invitado a una persona de sexo masculino que había conocido en la estación de servicios. Le invitó a su casa para festejar su cumpleaños”, contó el comisario Pablo Vigil, subjefe de la Comisaría 1ª Itacurubi.
El uniformado comentó que la víctima mencionó que conoció a esa persona adicta, en el surtidor, farrearon mucho y tras pasarse de copas ya no supo de su acompañante.
Los oficiales ya tenían la información de que el rodado estaba siendo manejado por una persona adicta, quien abandonó el auto al verse acorralado.
Hasta el momento no dieron con la identidad de esa persona.
“Como estaba feliz, le alcé a alguien, no me acuerdo cómo era, porque estaba sobrepasado el chip y a lo mejor le di el auto para que conduzca”, dijo don Mario a medios locales.
“Ajeraite uperire (se me pasó la borrachera después)”, comentó entre risas.