La familia de Sol Chávez está destrozada. Pese a comprobarse la negligencia médica que llevó a su muerte, la odontóloga y bioquímica, ambas responsables, sólo fueron condenadas a dos años de cárcel.
“Gracias a los jueces por lo que hicieron con nuestra vida. Se burlaron de nosotros, es lo que esperábamos. La justicia en este país es una burla”, expresó María Franco, mamá de Sol, tras la sentencia.
La odontóloga Lilian Espinoza y la bioquímica Sandra Hermosa fueron condenadas a dos años de prisión por el homicidio culposo de Sol, quien falleció el 9 de abril del 2021, tras una intoxicación con flúor recetado por las profesionales.
Espinoza tiene la prohibición de ejercer su profesión durante 2 años y 6 meses. Mientras que la bioquímica sí podrá trabajar sin problemas, según la sentencia de los magistrados.
“Van a salir a vivir su vida y nosotros ahí encerrados. Mi marido está encerrado en un hospital con un ataque al corazón porque no soporta esto”, dijo llorando Franco.
José Domingo Chávez, papá de Sol, sufrió un preinfarto por la tensión durante el juicio.
José Armoa, abogado, aseguró a radio Monumental que la familia apelará la resolución del Tribunal de Sentencia y lo reiteró la mamá a un programa de radio, donde manifestó que en este nuevo juicio les hicieron revivir todo de nuevo lo que pasaron con la muerte de su hija y todo para que beneficie a las acusadas.
Sol era una estudiante universitaria de 22 años. Estaba siguiendo un tratamiento de ortodoncia con Espinoza, quien le recetó tomar 2 gramos de flúor, una dosis 2.000 veces mayor, según el abogado. Lo habitual era que el flúor se recetaba en 2 miligramos y solo para hacer buches. Sol en ningún lugar encontró lo recetado por la odontóloga y pidió a la bioquímica que le prepare. Tras tomar, ella se descompensó, la sustancia le quemó órganos internos.