28 abr. 2024

Estafador inspiraba lástima para convencer a víctimas

Tiene 74 causas abiertas y hay casi 500 afectados. El presunto delincuente fue detenido ayer en Capiatá.

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Rubén Darío Zorrilla, fue detenido ayer.

“¡Aichinjáranga!”, fue lo primero que pensó María José Samudio al ver a Rubén Darío Zorrilla. “Le mirás y su estado es catastrófico. Dice 2 palabras y se agita, pero es todo actuación”, relató la doña. No aparentaba ser un estafador, entonces María José no dudó en comprar la casa que le ofreció con descuento incluido. Entregó G. 120 millones y firmó los papeles.

El trámite lo hizo directo con la escribana “de confianza” del vendedor para evitarle a Rubén Darío el trabajo de movilizarse hasta la oficina. Pero cuando quiso mudarse empezó la pesadilla. Ella nunca pudo tomar posesión. Además del platal que entregó para comprar, gastó otros G. 30 millones para remodelar. Toda la plata perdió.

María José fue una de las casi 500 personas a las que jodió Rubén Darío, quien tiene 74 causas abiertas en su contra.

Ayer fue detenido en su casa de Capiatá, de donde los intervinientes incautaron 487 contratos privados truchos. Con un ejército de estafadores, que todavía debe ser identificado, publicita casas, autos y otros bienes en redes sociales.

“Les convoca a su casa y dice que es dueño, expide contratos y le hace contacto con una supuesta escribana”, comentó la fiscala Carolina Martínez. Esta da fe de que los documentos están en regla y las víctimas hacen el pago.

“Pide como parte de pago vehículos, inmuebles, sumas de dinero elevadas. Cuando van a tomar posesión son desapoderados o no pueden acceder porque no les pertenece”, dijo la fiscal.

El sindicado como estafador profesional utilizaba su condición física no solo para causar lástima en sus víctimas, sino también para chulear a la Justicia. “En todos los procesos se presenta como enfermo, como alguien con una enfermedad terminal”, comentó Martínez.

La fiscala explicó que dice ser hipertenso y diabético, pero ella se avivó esta vez y llevó un médico forense y certificó que está estable y sometido a tratamiento médico.

Fiscal he’i que Rubén (foto) lleva 12 años estafando, su primera causa data del año 2011. Las víctimas hicieron grupos de whatsApp para unirse contra él. Entre las víctimas figura incluso un jugador.

Calesita de bienes ajenos

La fiscal contó que el estafador armaba un círculo de estafa: las propiedades y autos que vendía pertenecían a víctimas de su estafa, cuyos bienes recibía como parte de pago y vendía como suyos. Así nadie podía tomar posesión de nada.

Dos veces cayó:

Diciembre de 2015: Alquilaba lujosas casas para venderlas con títulos falsos.

Abril de 2018: ponía carteles con su número en terrenos ajenos deshabitados para venderlos con títulos falsos.