La sonrisa de los familiares de Bernhard Blatz y Franz Hiebert se vio dibujada nuevamente ayer, después de meses de angustia, al ver a los secuestrados con vida, aunque algo demacrados por las condiciones en que los mantenían los miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
El senador Arnoldo Wiens, quien hace de traductor de ambos colonos, detalló que los ahora liberados comían hasta ranas y armadillos ante la falta de comida, además de beber agua turbia.
Hiebert, quien actualmente está hospitalizado en el Centro Médico Bautista, de Asunción, refirió mediante el legislador que dormían en una hamaca y que de día se sentaban sobre un tronco. Además, contó que estaban atados por un árbol con cadenas de hasta cuatro metros de largo. Alegó que los guerrilleros siempre estaban con la cara cubierta.
“Él (por Hiebert) se encuentra bien de salud, tiene una piedrita en el riñón, pero nada grave”, señaló el médico forense Pablo Lemir. El menonita también presenta lesiones en una de las piernas, además de varias picaduras de insectos.
Blatz, quien ya se encuentra en su casa, en Colonia Río Verde (San Pedro), aseguró que no tuvo contacto con ningún otro cautivo, hasta la semana pasada, en la que se reunió con Hiebert. El joven manifestó que caminaron durante varios días antes de ser liberados. Ambos fueron puestos en libertad frente a la estancia Luisa, de Yby Yaú, Concepción.
