“Seguimos teniendo la esperanza de que aún sigue con vida, aunque estamos cada vez más convenciéndonos que pasó lo que nos dicen”, expresó Gabriel Miranda. Él, al igual que toda la familia, vive días de angustia desde el pasado 25 de setiembre, fecha en la que por última vez tuvieron noticias de su hermano Elías Alcides Miranda González.
“Se lo vio fue ese día cuando los bomberos voluntarios de la compañía K-31, conocida como bomberos negros de la ciudad de Villarrica, lo trasladaron al hospital regional de esa ciudad tras sufrir un ataque de epilepsia”, comenzó relatando.
Elías no recibió atención médica esa fecha, según las anotaciones que aparecieron en el nosocomio.
“Ellos tienen un registro de su asistencia esa misma fecha, sin embargo, cuando fuimos a buscar información en el hospital en cuestión, la dirección nos mostró otro registro que cuenta sobre su supuesto ingreso el día 5 de octubre en urgencias “para control” coincidentemente el mismo día que se hizo la denuncia sobre su desaparición ante las autoridades policiales de la comisaría 1ra barrio estación de Villarrica”, agregó Gabriel.
Mencionó igualmente que en la anotación figura que Elías entró a las 10:47, pero que ningún doctor si quiera lo vio porque se fugó, de hecho en el libro figura “Fuga/sin control”, que fue comunicado a la dirección. “Nos llama mucho la atención porque no puede ser que un paciente que se haya ido por sí solo a buscar asistencia médica y antes de recibirla se haya fugado”, indicó.
Aseguró que en la historia de la desaparición de su hermano hay demasiados cabos sueltos.
“Existe una irresponsabilidad del hospital o están falseando datos, pues no cuentan tampoco con registros de haber sido atendido el día 25 de septiembre contradiciendo lo que los bomberos comunicaron. Estos últimos tienen todos los registros en formato digital y libro de novedad sobre la asistencia a mi hermano”, refirió.
Temen lo peor
Desde el Ministerio Público ya se libró la orden de búsqueda y localización del joven de 33 años, así también informaron que el agente Martín Escalada, en cuyo poder cayó el caso, se abocará a las tareas investigativas en torno a la extraña desaparición.
Gabriel señaló además que recibe a diario versiones sobre lo que pudo haber ocurrido con su familiar.
“Nos envían mensajes de todos lados diciéndonos que supuestamente murió en el hospital regional y que habrían entregado el cuerpo a la facultad de Medicina Espíritu Santo para que los alumnos lo estudien. Todo el departamento de Guairá ya hemos movido de arriba y abajo y no hay señal de él”, lamentó.
Ante cualquier información piden comunicarse al 911 o a la comisaría o sede fiscal más cercana.