Doña Rosa empieza sus labores desde temprano; al final del día, descansa en los pasillos. En sus 74 años de vida, el Mercado 4 ha sido testigo de momentos de tristezas y alegrías, ha cobijado en sus pasillos a trabajadores que día a día se sacrifican para salir adelante y dar una mejor vida a su familia. Una de ellas es doña Rosa Acosta Vargas quien, a sus 77 años sigue al pie del cañón en uno de los centros de abastecimiento más grandes del país.
Rosa vende yuyos y frutas desde hace 44 años, sobre la avenida Dr. Francia, una de las arterias más transitadas del mercado. Con el fruto de su esfuerzo crió a diez hijos que ahora ya formaron sus propios hogares. Por las noches, la mujer coloca en los pasillos cartones o un sillón para dormir. Su casa queda en Ypané, pero le cuesta viajar porque vive sola y debe salir temprano.
“Me gusta el trabajo porque siempre lo hice para comer y no me falte nada”, aseguró la comerciante, mientras se acomodaba en su sillita de madera. Ña Rosa es muy conocida en el lugar. Algunos la llaman “mamá guasu”; otros, “abuelita”. “Esta es mi casa, aquí quiero quedarme”, expresó la vendedora que, al igual que otras 9 personas, esta mañana recibirá un reconocimiento de la Municipalidad de Asunción por ser una de las más antiguas de este popular centro de compras.
Actividades
En conmemoración del aniversario N° 74 del Mercado 4, a las 08:00 se realizará una misa de acción de gracias. Luego habrá una proyección alusiva a la fundación del centro comercial. También podrá disfrutarse de números artísticos y se llevará a cabo un concurso de pintata infantil, según el director Christian Bareiro. Al mediodía los comerciantes compartirán un almuerzo en el paseo de los yuyos.