16 jun. 2025

Encantada con mbeju y vori vori, colombiana hasta fue confundida con motochorros

Dice que Paraguay es casi como Colombia, un país que “te inspira a quedarte”.

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Jennifer Luna nació en Bogotá, Colombia, hace veintinueve años. A los 26, ella decidió dejarlo todo y salir a buscar la felicidad a bordo de Paloma, su motito y fiel compañera.

“Mamá me dijo que si no era feliz, que salga a buscar la felicidad y así lo hice”, confesó a EXTRA la joven. Ella hace tres meses se encuentra en nuestro país, recorriendo los pasajes más difíciles para disfrutar de los bellos paisajes que le ofrece nuestra tierra guaraní.

Si bien su idea es dar la vuelta al mundo sobre Paloma, nuestro país se convirtió en la novena nación de su lista. Desde Brasil cruzó a la Argentina -por donde ya había pegado la vuelta- y cruzó Posadas hacia Encarnación.

Si bien había escuchado de la hospitalidad típica del paraguayo, al pisar la roja tierra sureña en Itapúa, se convenció de que “la gente tiene un calor humano impresionante”.

“Tengo que decirlo, porque no me pasó en otro lado. En Colombia tenemos el lema de que es un país al que te vas con el riesgo de que quieras quedarte y eso me inspiró Paraguay. Pero tengo todavía mucho camino por recorrer”, expresó emocionada.

Con algunas palabras en guaraní aprendidas, contó que la que no puede faltar en cada conversación, donde nuestro dulce idioma se conjuga a su delicioso tono colombiano que la caracteriza, es sin duda un “aguije”, que encabeza su “check list” de vocablos en nuestro maternal idioma.

Actualmente se encuentra en Asunción, pero ya tiene recorridos varios parajes turísticos como los Saltos de Paraguarí, el Ojo de Mar de Bella Vista Norte (Amambay), Laguna Blanca (San Pedro), las Cavernas de Vallemí (Concepción), la cordillera del Ybytyruzú (Guairá) y hasta el árido Chaco Paraguayo, desde Pozo Colorado hasta nuestra capital. “Aunque haya tramos difíciles de penetrar, al llegar al lugar sabés que valió la pena”, aseguró.

Entre los sabores más exquisitos que le tocó probar de nuestra tierra, contó que sin duda alguna el mbejú y el vori vori se ganaron un lugar especial en su estómago. “Creo que de acá me voy con algunos kilos más”, refirió entre risas.

Jennifer contó que ni siquiera tuvo inconveniente alguno desde que llegó, excepto las veces en que la confundieron con motochorros, cuando olvida sacarse el casco al llegar a ciertos lugares. “Creo que es un poco de prejuicio y a la vez temor. Pero cuando ven la banderita de viajero, ahí se tranquilizan y saben que no les voy a robar”, expresó soltando una sonrisa.

Si bien extraña un poco a perro, la mascota que dejó en su casa de Colombia, contó que su próximo destino al terminar el recorrido por América será Europa, donde le esperan muchos kilómetros por recorrer. “Vamos a ir navegando con Paloma”, dijo.

Antes de emprender su viaje, Jennifer trabajó por cinco años en el departamento de recursos humanos de un banco, hasta que sintió el llamado de la aventura. Actualmente en cada viaje se dedica a vender llaveros, pósters y algún que otro recuerdo de sus viajes. Además realiza charlas contando sus experiencias en cada país. “Mañana tenemos un evento en un bar que se llama Rock 66 a las 18:30 horas, están todos invitados”, acotó.

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También contó que estará presente en la EXPO Rural de Mariano Roque Alonso, en el stand de Honda, donde espera ansiosa el momento de compartir sus aventuras con cada uno de los visitantes.