A puro martillazo y con madera de lapacho, el artesano Silvio Grance Morilla (52), oriundo de Paso Urunde’y, distrito de Belén, departamento de Concepción, está construyendo nada menos que la carreta más grande del Paraguay y del mundo.
La estructura, hecha completamente de madera, medirá 16 metros de largo, 7 metros de alto y 4 metros de ancho, y llegará a pesar unas 17 toneladas una vez terminada. Por su tamaño gigante, la carreta no puede trasladarse, por lo que debe ser armada directamente en el Chaco, según informó el corresponsal Justiniano Riveros.
Don Silvio contó a EXTRA que trabaja junto a su hijo, con quien preparó los materiales durante tres meses en Belén antes de trasladarlos hasta una estancia menonita para comenzar con el armado.
“Para mí no es difícil, pero sí un desafío”, afirmó.
para una fiesta menó
La construcción responde a un encargo especial de familias menonitas que se preparan para una gran celebración con desfile y todo. La fiesta recordará los primeros tiempos de la colonización alemana en el Chaco paraguayo (zona Alto Paraguay) y contará con la presencia de invitados de varios países europeos.
Pese a que las carretas ya no se usan como antes, don Silvio sigue trabajando para los pocos clientes que mantienen viva la cultura y la tradición. Cada detalle de la carreta es pensado para reflejar la historia y la artesanía del Chaco.
¿Un nuevo récord?
Hasta ahora, la carreta considerada “la más grande del mundo” está en Costa Rica. Mide 15 metros, con ruedas de 3 metros de diámetro, un chasis de 4,5 metros de ancho y pesa apenas 2 toneladas. Fue construida en 2006 con el objetivo de entrar en el Récord Guinness.
Si todo sale según lo planeado, los trabajos finalizarán esta semana, dejando lista una de las piezas artesanales más imponentes del país y un símbolo vivo de la historia del Chaco. De lograrlo, Paraguay tendrá la carreta más grande del mundo.
De generación a generación
Silvio Grance aprendió el oficio de su papá, Félix, desde chiquito. Hoy, su taller en Paso Urunde’y, a solo 7 km de Belén, sigue en pie, como un refugio de la vieja tradición de las carretas de madera.
