María Laura López salió temprano del trabajo el martes pasado. Cerca de las 18:00 llegó a su casa, sobre 25° Proyectada y Antequera, en Barrio Obrero de Asunción. Compartió un rato con sus vecinos y luego se sentó en la vereda con su hija de 16 años, sin dar importancia a una moto que pasó varias veces por el lugar.
Tras el estallido y el grito desesperado de María, vecinos salieron rápidamente y vieron lo que pasaba. “(Los motochorros) pegaron la vuelta y retomaron cuando vieron que estábamos solas mi hija y yo”, relató la víctima. Ella entregó su celular, pero su hija no, por lo que uno de los malevos reaccionó.
“Le apuntó en el pecho y después a la cabeza. La intención de ellos era dispararle a mi hija porque no entregaba su celular”, contó. La madre se interpuso y, con un golpazo en la mano del delincuente, evitó que el disparo acertara a su hija. La bala terminó en el suelo. Con el celular de María, los delincuentes decidieron huir y fueron perseguidos por familiares de las víctimas, en tres vehículos.
Víctor Aguilar comentó que los persiguieron hasta 31° Proyectada, donde ya les fue impenetrabale el camino.
La zona aledaña al Bañado Tacumbú y la favela es conocida como la ruta del chespi por la gran cantidad de consumidores y vendedores en el sitio.
Irónicamente, frente a la casa, se lee un cartel que reza: “Vecinos en alerta”, colocado hace tan solo una semana. Gracias a las cámaras ubicadas en la cuadra lograron identificar a uno de ellos, como Brahyan Pereira, un conocido delincuente de la zona.