Hugo Osvaldo Díaz Rodríguez (37) había sido apartado por el Arzobispado de Asunción, según se informó a principios de marzo pasado, pero él recurrió ante el Vaticano, en contra de la decisión.
Ayer, en un nuevo “Comunicado a todos los fieles católicos”, se señala que la Santa Sede no admitió “el recurso presentado” por el padre, ratificando así un decreto de sentencia del 2 de octubre de 2019, por lo cual “ya no puede ejercer el ministerio sacerdotal”.
Si bien no se mencionaron los motivos de la medida, el caso había generado revuelo, ya que la ordenación de Díaz se celebró en medio de una gran fiesta religiosa, presidida por el entonces arzobispo monseñor Pastor Cuquejo, en el Santuario Virgen del Rosario de Luque, su ciudad natal.
Fue el 12 de junio de 2010, que había sido declarado año sacerdotal por el entonces papa Benedicto XVI.
Algunos usuarios en las redes sociales dieron a entender que era un sacerdote con hijos y otros cuestionaron su aparente comportamiento prepotente en la zona de Tarumandy, de la mencionada localidad.
También hubo críticas a la Iglesia, a la que calificaron de “falta de caridad”, por divulgar el caso. Además, se cuestionó la drástica medida, porque en estos tiempos faltan los pa’i.
Castigados
Casos sexuales tumban a los sacerdotes
El padre Mario Riveros Guerrero, de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Asunción, fue suspendido el 22 de junio de 2018, por supuestamente tener relaciones sexuales, mientras que, en ese mismo año, Félix Miranda Gamarra, de Edelira (Itapúa), recibió la misma sanción, tras ser condenado por abusar de un niño de 13 años, según los antecedentes.
En febrero del año pasado, el sacerdote brasileño Jean Rogers Rodrigo de Sousa, de Ciudad del Este, fue expulsado también por abuso sexual.