Ríos, arroyos y lagos son contaminados a causa de las millones de botellas y la infinidad de bolsas de plástico que son arrojados de forma inconsciente.
Según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), un millón de botellas de plástico y 500.000 millones de bolsas son adquiridas en todo el mundo y son utilizadas anualmente. Ocho millones de toneladas de las mismas van a parar a nuestras aguas, contaminándolas y acabando con la vida de los animales marinos.
Ante esta terrible situación, la Compañía Recicladora S.A. (Coresa) ideó una forma de ayudar a reducir el daño al medioambiente. Conscientes de la cada vez más amenazante situación, la firma decidió convertir las botellas de plástico del tipo PET (tereftalato de polietileno) en resina reciclada.
“Cabe destacar que el plástico PET es 100% reutilizable y hasta ahora la mejor solución como envase, por su peso y por su efecto prolongador de vida útil del contenido. Gracias a su reciclabilidad, la huella de carbono es mucho menor a cualquier otro envase conocido”, explicó Giampiero Musso, director comercial de Coresa.
La resina es exportada desde Paraguay a diversas partes del mundo, para ser ser utilizada en la fabricación de nuevos envases, fibra poliéster en el rubro textil y automotriz y para pinturas sintéticas.
“Somos una empresa que es parte fundamental de los tres pilares de la economía circular: reducir, reciclar y reutilizar”, señaló Musso. Además, manifestó que la ciudadanía se ahorra el costo de recolección correspondiente a 11.500 camiones, atendiendo que la industrialización de los envases de PET libra a los vertederos y cauces hídricos de Paraguay de 240.000 metros cúbicos de plásticos, lo que equivaldría a más de 300 millones de botellas recicladas anualmente.
Como sustento familiar
Coresa da trabajo a más de 20.000 familias en todo el país, con la recolección de plásticos y otros materiales.
Además de generar fuentes de trabajos sustentables, se busca que el Paraguay tenga el reciclaje de envases PET más alto de América.