En los últimos tiempos a muchos les picó el bichito de querer ir al gimnasio. Al parecer hay un incentivo extra en hacer ejercicios y consiste en encontrar pareja entre pesas y mancuernas. Chicas, varones y hasta gorditos consiguen sus “levantes” en el lugar donde acudieron inicialmente para ponerse en forma.
Unas miraditas o algún comentario halagador son las técnicas de los que van a la caza de una relación amorosa.
Ruth Sugastti, una modelo, contó que hace tres años empezó a entrenar en un gym y que, sin darse cuenta, de a poco su profe se fue ganando su corazón hasta entablar una relación de noviazgo. “Fue por la paciencia que me tuvo, me motiva y me apoya todos los días”, contó la joven.
Lo que “le pica” un poco es que su enamorado tiene que trabajar con muchas chicas que son confianzudas con él, a pesar de que saben que ambos tienen una relación. “Algunas se tiran sobre él o le piropean. Son muy cariñosas con mi novio y eso molesta un poco”, admitió. “Son chicas súper esculturales, todas maquilladas y con short cartitos, obviamente que eso incomoda”, añadió.
Un personal trainer contó que casi todos reciben algún que otro ligue en el gimnasio. “Las que van a exhibirse y muestran todo son las que van a pescar por empresarios, ya que hay muchos gorditos millonarios”, reveló.