Desde hace más de 40 años, el arte de fabricar deliciosos dulces de maní se convirtió más que un trabajo en una gran tradición y herencia de generación en generación para la familia Ayala de la ciudad de Santa Rosa, Misiones. Con un gran esfuerzo, las nietas de doña Sabina, pionera en este manjar, llevan en alto su nombre fabricando los ka’i ladrillo con su misma receta.
Milva Ayala, una de las actuales dueñas de “Dulcería Mía”, contó a EXTRA que, pese a la pandemia, siguen con este trabajo, así como les enseñó su mamá, doña Gerónima Ayala, quien falleció hace unos meses, a su vez, su abuela, iniciadora de este emprendimiento que sacó adelante a toda la familia.
La trabajadora relató que todo habría iniciado cuando su abuela, doña Sabina, fue a trabajar a una estancia con unos extranjeros, estos le enseñaron algunos “secretos” para que el maní sea más delicioso y desde aquel momento nunca más pararon de hacerlo. “Nosotros le damos un toque tradicional, eso es lo que hace que mantengamos nuestra clientela, pese a que ya tenemos mucha competencia actualmente”, comentó la doña. Alegó que toda la preparación lo hacen a mano y sin conservantes.
Milva, junto a su hermana Mirta, son las encargadas de fabricar y embalar los dulces. Los venden en su propio local, en su ciudad, y en ocasiones en la ciudad de Ayolas, en las tradicionales ferias de la zona.
“Desde que tuvimos 5 a 6 años ya vemos cómo trabajaba mi mamá y mi abuela. Ahora mi hija de 10 años también ya observa cómo hacemos. Esperamos que la tradicional siga. Para mí es un orgullo”, resaltó Milva.
Aclaró que, pese a que subieron todos los precios del maíz, en su fábrica siguen vendiendo con el mismo precio de siempre para no perder clientela. Los ka’i ladrillo lisos y granulados son los más preferidos.