El pediatra Robert Núñez salió a hablar sobre una costumbre que todavía se ve en muchas casas cuando llegan las fiestas: dejar que los chicos prueben clericó. Dijo que durante mucho tiempo esto se tomó como algo normal, pero que en realidad puede traer problemas serios para la salud.
En sus redes sociales, el médico recordó que era común ir a la casa de un vecino para ver el pesebre y que, de paso, se ofreciera un vaso de clericó. Muchas veces esa bebida también se daba a los niños, sin pensar que tiene alcohol y que su cuerpo no está preparado para eso.
Núñez explicó que el clericó lleva vino, o sea alcohol, y que desde la primera vez que un niño lo toma pueden aparecer taquicardia, mareos, vómitos, sueño, confusión, desorientación o cambios en la conciencia, señales que no deben tomarse a la ligera.
Advirtió que si la intoxicación avanza, la situación puede empeorar mucho y llegar incluso a un coma alcohólico, algo que pone en peligro la vida del niño y necesita atención médica urgente.
El pediatra también aclaró que el sabor dulce o las frutas no hacen que el clericó sea seguro. Aunque parezca suave, el alcohol sigue estando ahí, incluso en poca cantidad.
Por eso pidió a los adultos dejar de lado costumbres que antes se veían normales y pensar primero en los chicos. En fiestas, reuniones familiares y encuentros, recomendó ofrecerles siempre bebidas sin alcohol y cuidar su salud.
Núñez cerró su mensaje recordando que proteger a los niños también es poner límites y cambiar hábitos, sobre todo en fechas donde se comparte mucho en familia y se suele bajar la guardia.