Jóvenes pidieron la instauración de un premio anual en honor al caído.
“Me dijiste que hasta parar la enmienda no íbamos a volver, jamás pensé que te traería en un cajón”, se lamentaba Diego Garcete, concejal de La Colmena, mientras acariciaba el ataúd de Rodrigo Quintana. El líder de la Juventud Liberal Radical Auténtica (JLRA), que fue hasta Asunción para defender la Constitución y terminó asesinado por un policía que ingresó a la sede del partido en la madrugada del sábado, fue enterrado ayer.
En medio del dolor, la impotencia y la rabia que se podía ver en sus rostros, familiares, amigos y conocidos fueron a dar el último adiós al “mártir de la libertad y de la democracia”, como ya se lo conoce. El cortejo fúnebre partió cerca de las 15:00 del salón velatorio, ubicado al costado del tinglado municipal, para dirigirse a la iglesia San Francisco Javier.
En el lugar se realizó una celebración eucarística en la que el padre Osvaldo Cañiza, quien ofició la misa, pidió el fin de la violencia y lamentó que el sueño de tener una patria diferente haya segado una joven vida.
Pedido
Varios dirigentes políticos también viajaron hasta La Colmena, entre ellos, el presidente del PLRA, Efraín Alegre. La presencia del titular del partido fue aprovechada por los jóvenes dirigentes, que le hicieron un pedido especial. Los amigos de Rodrigo solicitaron la instauración del “Premio anual al joven ilustre liberal”, en homenaje al mártir.
Explicaron que dicho premio consistirá en una medalla de oro con la imagen de Rodrigo estampada en ella. El galardón será entregado al joven electo por el directorio por su trayectoria de lucha y defensa de la democracia.