Diego Fernández (27) de San Lorenzo viaja a Iquique, Chile, distante a casi 2.500 kilómetros, siguiendo el oficio de su abuelo y su papá que también fueron camioneros.
“La verdad que me porto bien, soy fiel a mi señora, pero algunos colegas sí se portan mal por el camino”, mencionó a EXTRA.
Su esposa no es celosa porque es de padres camioneros. El suegro de Fernández también viaja internacionalmente.
“Algunos tienen su familia, tienen hijos en Iquique. La mayoría tiene hijos a parte, les conocen pero no sé si llegan a reconocer”, indicó.
Hoy, 25 de julio, es el día del camionero en honor a su patrono San Cristóbal. Muchos de ellos, como Fernández, viajan y vuelven recién a los 15 días o 20.
“En época de invierno, se congela el agua que tenemos para tomar, hace mucho frío porque en lata estás durmiendo. A veces hace -16 °C”, dijo.
Mencionó que existen tramos muy angostos en forma de caracol en las montañas que se atraviesan lentamente en dos días.
Equipo preparado
Arnaldo Zárate (27) de J. Augusto Zaldívar, solo le ve a su mujer los sábados de tarde y los domingos.
Él lleva piedra triturada al Chaco para la construcción de rutas. A pesar de la creencia de que los camioneros tienen muchas mujeres, ella no es celosa. “La gente dice porque trabajamos continuado”, dijo.
Lleva con él su hamaca, silla, garrafa, cocina y una conservadora para hacer más aguantable el largo viaje. Por las noches se reúnen en el campamento del kilómetro 124 del Chaco los camioneros y comparten la cena.
El menú favorito es el arroz carretero. A parte llevan salame, fiambre con jamón y queso.
“Sin los camioneros no se mueve el país. Todo lo transportan ellos, el pan, la carne, los productos para la limpieza y ahora con esta pandemia hasta el desinfectante nos traen. No hay lluvia ni días festivos para ellos porque tienen que entregar su carga, pero muchos no lo valoran”, dijo Mirta Fleitas, mamá y esposa de camioneros.
“Tu camión es tu imagen, así como para otros es la buena ropa. Entonces siempre tiene que estar en regla para evitar multas y que el cliente tenga la certeza de que su carga va a llegar bien. Cubierta, parte mecánica, luces, siempre el flete que uno cobra tiene que invertir por el camión”, apuntó Jorge Daniel Arce, camionero de Fernando de la Mora.
“Muchas veces enfrentamos caminos feos, baches, lluvia, barro. Todos los días hay que salir en nombre de Dios y la Virgen para volver sano y salvo. Ahora con el tramo de ruta PY-02 en reparación está difícil la situación, la ruta está muy angosta y hay que cuidarse”, indicó por su parte Carlos Gómez, camionero de Caacupé.