Eran las 4 de la madrugada del lunes, cuando L. D. L., de 23 años, pidió el servicio de Bolt. Un automóvil marca Brillance, aceptó su pedido, al mando estaba un tal Marcos Chiereszko. Ella subió en el circuito comercial de Cambyretá para ir hasta su domicilio en el barrio Jardín del Sur, pero por el camino tuvo que soportar un desagradable momento.
“Ella comentó que estaba tomando con unos amigos y que por el camino, supuestamente el conductor parece que se dio cuenta que ya estaba un poco tomada, entonces empezó a tocarle la mano y las piernas”, relató el oficial Juan Carlos Estigarribia, jefe de la comisaría 68, donde la chica denunció por acoso al conductor.
La muchacha contó que se sentó al lado del conductor y que fue esa la situación que aprovechó el mismo. Incluso, le tanteó ir a un motel a “pasar un buen rato”, según el relato de la víctima a los uniformados. Cuando finalmente llegaron a destino, el chofer nuevamente intentó manosearla y ante una nueva negativa de la chica, reaccionó mal.
“Ella le pasó G. 50.000 y el conductor enojado le echó de su vehículo, luego se dio a la fuga”, refirió el oficial Estigarribia. El hecho fue comunicado al Ministerio Público para su investigación.