Aprovechando que le sobraba un poco de platita, don Francisco Valdez quiso “mimar” a su auto y lo llevó la semana pasada al taller de un chapista de Concepción para que lo pinte y le arregle algunas pequeñas abolladuras que tenía.
Ayer a la mañana, confiado en que iba a retirar su vehículo con una renovada chapería, se llevó la sorpresa de que no podía ni arrancarlo. Le reclamó al chapista y este se desentendió. Tras la revisión de otro mecánico horas más tarde, pilló que el motor del auto fue carneado totalmente.
“Encontré que robaron la bomba inyectora, alternador y la doble tracción, vendió todito los repuestos. Yo le llevé solo para pintura. Lamento esto porque este es mi medio de trabajo, por eso le pido a los fiscales y jueces que me ayuden a resolver el caso”, señaló a TV Concepción don Valdez.
Lamentó que se haya quedado sin vehículo porque lo usaba para trabajar llevando alimentos a asentamientos de familias carenciadas. “Le llevé al otro mecánico y me dijo que ya no iba a funcionar mi motor porque le robó muchísimos repuestos, quiero que las autoridades me ayuden a resolver mi problema”, indicó el hombre, oriundo de Concepción.
Hasta el momento, el chapista se desentendió del problema y alega que él no sacó nada del vehículo.