En ocasiones, los delincuentes de nuestro país son capaces de encarnar escenas de películas de Hollywood, solo que con armas de verdad. Ayer, alrededor de las 13:30, un grupo de malvivientes interceptó dos camiones transportadores de caudales de la empresa Cambios Yrendague S.A. y vació uno de ellos. Fue como en el cine, pero los ladrones eran reales. El suceso tuvo lugar en el kilómetro 81 de la Ruta II, límite entre Itacurubí de la Cordillera y Barrero Grande.
Con destino a la capital
Juan Valdez, de la Comisaría 9° de Itacurubí, relató que los móviles venían de Ciudad del Este con destino a Asunción. Explicó que los rodados fueron atacados por, aproximadamente, 10 personas que comenzaron a disparar a mansalva.
La balacera hizo que uno de los camiones desvíe su trayecto y parara a un costado de la carretera. En ese interín, los delincuentes rodearon el blindado y llevaron todo lo que había adentro. “Según el relato del chofer, los malvivientes amenazaron con quemar el vehículo si no abrían la puerta”, relató el uniformado. El otro camión retomó rápidamente la marcha y, escoltado por una patrullera, se refugió en la comisaría local.
Según el comisario Carlos Ozuna, director de la primera zona policial, los autores del atraco son personas que conocían bien el lugar y que calcularon paso a paso para llevarse el dinero. Se trasladaron en dos camionetas, un automóvil y dos motos, cuyos conductores se encargaron de tirar clavos “miguelito” para evitar la llegada de refuerzos.
Se presume que uno de los delincuentes está herido, ya que en el sitio de la balacera había rastros de sangre. El botín con el que se alzaron rondaría los G. 2.600 millones. El fiscal Juan Daniel Benítez no quiso precisar el monto.