La pasión por la Medicina siempre estuvo presente en la vida de Gustavo Aguilera Garcete (30), quien desde la adolescencia tuvo claro lo que quería ser.
A los 16 años, comenzó a trabajar limpiando patios y jardines, para ayudar a sus padres, hermanos y para cumplir su gran sueño: el de convertirse en doctor.
A pesar de las dificultades, no se rindió y actualmente se encuentra en el cuarto año de la carrera de Medicina, en la Universidad Nacional del Este (UNE).
Gustavo sigue trabajando como jardinero, ya que gracias a esta profesión puede solventar los gastos de la facultad y manejar su tiempo.
“Ahora que estoy de vacaciones y hay mucho trabajo estoy aprovechando todo, porque después me tengo que organizar de acuerdo al tiempo que me deja la facultad”, dijo el futuro médico, que vive en el barrio San Francisco de Juan León Mallorquín, Departamento de Alto Paraná.
Orgullo
El universitario señaló que nunca se sintió avergonzado por su profesión de jardinero. “Al contrario, la gente me felicita por mi esfuerzo y dedicación”, aseguró. “Nunca me sentí mal por trabajar como jardinero, al contrario, estoy orgulloso de serlo, ya que me enseñó a valorar el dinero y a ser responsable”, agregó.
Gustavo es el mayor de cuatro hermanos y todos siguen alguna rama de la Medicina. “A todos nos fascina el área de salud, ya que tengo hermanos que estudian Enfermería”, contó.
No basta con querer
El futuro médico aconsejó a los jóvenes que desean estudiar que tengan metas y ganas de trabajar para lograr cumplir el sueño de convertirse en un profesional.
“Solo querer ser no sirve, hay que trabajar, luchar para cumplir los sueños y llegar a donde queremos estar”, dijo Gustavo, quien es un ejemplo para sus compueblanos