El cuerpo sin vida de la comerciante Elva Edith Bogado Riveros (38), semidesnudo, estaba al costado de la cama, en su casa de la compañía Capiitindy, Abaí, departamento de Caazapá.
Ella fue apuñalada 11 veces y fue encontrada a las 11:15 de la mañana de ayer por dos nenes que se metieron a su casa para saber por qué no se había levantado para atender su minimercado. Para la Fiscalía, el que la mató es una persona allegada a la hoy finada.
Coartada
El novio de la mujer dijo a la Fiscalía que estuvo mensajeando con ella desde la ciudad de San Juan Nepomuceno, pero las pruebas técnicas de ubicación geográficas de los celulares dirán si miente o no.
La hoy fallecida mantenía una relación de poco más de un año con él y no tenían problemas, según los investigadores. Las puñaladas fueron en la parte del pecho, brazo y cuello. Se notó que quería defenderse, por los rastros de sangre en la pieza y la sala.
Festejo de triunfo
Elva estuvo por diez años en España, donde trabajó duro y hace dos que volvió, construyó su casa y armó un minimercado. Con su familia era dirigente del Club 16 de Agosto de su pueblo.
El domingo su equipo ganó y estuvo con ellos hasta las 21:00 y después se fue a casa porque ayer debía abrir su negocio.
La puerta no fue violentada y no había signos de violencia en la vivienda, según el fiscal José Núñez. No se robó nada del lugar, inclusive se encontró dinero en la vivienda.
Era directora del coro
La hoy fallecida era también directora del grupo de canto de los niños en el oratorio San Roque. Su primo Nelson Riveros dijo que su sueño era comprar un equipo de audio de buena calidad para el coro.
Ella quería entregarlo este 16 agosto, en el Día del Niño. El joven dijo que él ya juntó con su grupo G. 2 millones y ella estaba juntando más.
Elva siempre ayudó a su comunidad cuando estaba en España. “Si alguien estaba enfermo, mandaba dinero. Además, apoyaba a los jóvenes del club 16 de Agosto”, contó.