Desde los 4 años que las consultas al médico y las transfusiones de sangre en el INCAN eran constantes para él. A casi dos de lograr su alta médica por un cáncer de linfoma, su familia y el niño de 12 años actualmente, se enteran de algo aún más devastador.
El 29 de agosto pasado, su madre retiró los resultados de algunos análisis y se encontraron con que es portador de VIH.
“La familia completa se hizo la prueba. Se hizo la prueba si fue abusado: negativo. Por eso, me dijeron que es 100% que le contagiaron en la transfusión en aquella época, en 2011", lamentó la madre a SNT.
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Con desconsuelo contó que los medicamentos para el virus son muy fuertes y su hijo no puede caminar porque le debilitan. “Él se arrastra por el suelo... no tolera su medicamento. Le da náuseas, vómitos, diarreas. Los doctores de Lacimet (donde actualmente sigue su tratamiento) me dicen que así son los remedios”, dijo la mujer.
Aparte de la negligencia médica, denunció además que recibe mensajes y audios de funcionarios intentando minimizar la situación diciéndole que “no es grave”, “que no es agresivo” lo que tiene.