Don Ramón Martínez lleva seis décadas vendiendo chipa. Antes con una bici antigua y ahora con una mountain bike.
Cada día va desde su casa en Cambyretá hasta la Costanera de Encarnación para ofrecer el manjar tradicional, que prepara su señora, Eliza Ñúñez. Pedalea, como mínimo, 40 kilómetros.
Con la llegada del verano y de los turistas, el karai de 67 años encuentra un mejor clima para la venta: “Estamos recuperando un poco, porque como hace 4 años que mermó bastante”, dijo a EXTRA.
Describió que trabajar durante la pandemia de coronavirus fue como estar en una película de ciencia ficción.
Solo él recorría por las calles, mientras todo a su alrededor permanecía cerrado. Pero cuando gritaba “¡Chipa Itapúúúa!”, muchos rostros se iban asomando por las ventanas, y así, él y su señora lograron sustentar su hogar en esa época.
No faltaron los pedidos de chipas de personas que llevaban a repartir en hospitales, por ejemplo.
Hoy en día trabaja hasta los fines de semana y feriados, que son los días en que más vende, comentó. Ni qué decir en su cumpleaños, que es el 2 de agosto, añadió.
Casi vendió su bici
En 2022, don Ramón puso en venta su antigua bicicleta para pagar una deudas. “Gracias a Dios me saldaron la cuenta que tenía, con una comisión, para no vender”, contó a EXTRA.
Una empresa llamada Consur Bike le regaló la que tiene ahora, con cambios, que le resulta más liviana.
Hoy día, el chipero es un emblema de Encarnación, tan famoso que la gente constantemente le pide salir en fotos.
Agradeció el cariño y el apoyo de los itapuenses en los momentos en que necesitó, como cuando unos guardias le echaron de la playa en el año 2020. Tras ese incidente, los pobladores juntaron firmas a favor de él, recordó.