Años atrás, los devotos de San Expedito cubrían con pasacalles todo el portón de la capilla ubicada en Ciudad Jardín, Limpio, incluso días antes de su fecha.
Solo uno bien discreto adornaba el acceso hasta ayer. Las servidoras de la iglesia creen que, en esta vuelta, los promeseros elegirán agradecer de otra forma los favores recibidos.
Lo que nunca falta son los desayunos y meriendas que gente de distintas partes lleva para repartir a los niños y a la comunidad en general, dijo doña Ramona Fernández, ama de llaves de la capilla.
Ella es quien acude a abrir las puertas cada vez que llega alguien queriendo pagar su promesa.
“Todos los días vienen, uno o dos. No puedo salir porque enseguida me llaman”, contó. Pero dice que ese es su servicio a Dios y está contenta con ello.
Alcancía y esquelas
Una alcancía ubicada en un lugar bien visible recibe los aportes monetarios de los agradecidos devotos de San Expedito.
No es raro encontrar donaciones generosas que rondan el millón de guaraníes.
Todo lo que entra se invierte en el mantenimiento del templo y también se usa para ayudar, por ejemplo, a los miembros de la comunidad que estén atravesando alguna enfermedad.
Aparte de eso, gran parte de lo que se ve en el altar fue obsequiado por conocidos y desconocidos, incluyendo ahora la decoración y las flores para el novenario.
“Nuestro santo está tuneado, se acaba de pintar, le regalaron la pintura”, contó Liz Arévalos.
Cuando finalizan los festejos de San Expedito de cada año, suelen encontrar un montón de esquelitas con solicitudes que le dejaron los visitantes.
Los creyentes manifiestan de distintas formas su agradecimiento al santo por su intercesión. Hay quienes entran de rodillas para rezar, o también los que visten a sus hijos como soldaditos, probablemente tras haber pedido por salud.
Hoy, día de este santo de las causas urgentes, la capilla permanecerá abierta toda la jornada.
Está ubicada a unos 4 kilómetros del centro de Limpio, a 800 metros de la avenida San José, que conduce a Piquete Cué.
Para pedir la intercesión de San Expedito
¡Señor Jesús, acudo a tu auxilio! ¡Virgen Santísima, socórreme! San Expedito, tú, que lleno de valor abriste tu corazón a la gracia de Dios y no te dejaste llevar por la tentación de postergar tu entrega, ayúdame a no dejar para mañana lo que debo hacer hoy por amor a Cristo.
Ayúdame desde el cielo a renunciar a todo vicio y tentación con el poder que Jesús me da. Que sea yo diligente, valiente y disciplinado al servicio del Señor, y no me acobarde ante las pruebas. Tú que eres el santo de las causas urgentes, te presento mi necesidad (intención).
Sobre todo te pido que intercedas por mí, para que persevere en la fe, y así llegue al gozo del cielo con Cristo, con la Virgen María, los ángeles y los santos. Amén.