11 ago. 2025

Chipa VIP con purete: la vendían a G. 2 millones a clientes exclusivos

Vendían crack por WhatsApp y entregaban por delivery cuando el cliente lo pedía.

20250810-008materialA,ph01_1908_62430312.jpg

Relleno. La droga de Alfredo y Tamara era escondida en la chipa para zafar los controles.

Gentileza

Se movilizaban en un costoso auto rojo y, cada vez que pasaban por controles, decían que eran chiperos. Esa era su fachada, aunque no tenían nada que los identificara como tales, ni siquiera parlantes.

Incluso, si les tocaba, se bajaban con las chipas en la mano y, si la policía revisaba el vehículo, no se encontraba nada porque “el purete” estaba bien escondido entre la masa.

El jueves, justo en víspera del Día de la Chipa, Alfredo Ramón Colmán (41), con antecedentes por hurto agravado, y Tamara Luján Agüero (21) fueron detenidos en zona del Mercado de Abasto de Asunción. Esta vez no lograron zafar.

Salieron de su guarida en la zona de Pantanal, en Lambaré, y ya estaban en la mira de la policía desde hace tres meses. Los agentes revisaron directamente las chipas que estaban a punto de ser entregadas, y encontraron en el centro bolsitas que contenían crack.

Según dijo a EXTRA el comisario Hugo Velázquez, subjefe de Investigaciones de Central, los sospechosos compraban o preparaban la chipa, le quitaban la masa del medio y escondían la droga.

Señaló que los 32 gramos de droga valen cerca de G. 2.000.000. Es decir que, con solo entregar una chipa con “relleno”, el vendedor recibía ese dinero, siendo que una normal generalmente se compra por G. 5.000.

En el celular de Alfredo hallaron varias fotos de la droga, que él mismo enviaba por WhatsApp a sus clientes para mostrar lo que tenía.

Hacía “delivery” de chipas con crack a compradores exclusivos, quienes luego distribuían en otras zonas de Central y Asunción.

Aunque ambos aseguraron que no son pareja y que la joven solo lo acompañaba ese día, en el teléfono había evidencias de que ya habían trabajado juntos antes. El comisario confirmó que el juzgado ordenó que Alfredo vaya a Tacumbú y Tamara al Buen Pastor.

Es la segunda vez que microtraficantes se hacen pasar por chiperos para vender drogas, refirió Velázquez.