Pureaba una vida llena de lujos en las redes sociales. Ana Lucia Ferreira, más conocida como “Ana Paraguaya”, peligrosa narco, fue detenida el miércoles en Taubaté, São Paulo (Brasil).
La mujer, desde hace unos 10 años, comandaba la ruta del tráfico de armas y drogas, entre Paraguay y Río de Janeiro, según las investigaciones.
Capos
Ana Paraguaya sabía moverse en el mundo criminal: exesposa de Elton Leonel da Silva, conocido como Galã, uno de los líderes del Primer Comando da Capital (PCC) y durante años el principal proveedor de drogas y armas en Latinoamérica.
En los últimos tiempos tuvo una relación sentimental con Fhillip da Silva Gregório, conocido como el “profesor” del Comando Vermelho (CV), uno de los capos de la droga en Complexo do Alemão, en la Zona Norte de Río, que fue asesinado a principios de junio. Tiene hijos con los dos capos narcos.
Según el Departamento de Combate al Crimen Organizado y Lavado de Dinero, Ana Lucia mantenía una amplia red de contactos con ambas facciones mafiosas.
Galã fue detenido en Río en 2020 y, en ese momento, la policía descubrió que el entonces socio de Ana estaba involucrado en el narcotráfico directamente en la frontera con Paraguay.
Redes
En redes sociales, Ana Paraguay era una modelo y presumía de una vida de lujo, con viajes, ropa cara y un auto deportivo, el cual fue incautado durante el operativo. Sin embargo, su estilo de vida era incompatible con sus ingresos declarados.
Detrás de la imagen glamorosa que aparentaba, dirigía una operación logística millonaria para abastecer al narcotráfico.
La “patrona” hoy deberá ser trasladada a la penitenciaría de mujeres 2 de Tremembé (San Pablo), tras la decisión de un Tribunal.
Pieza clave en la estructura criminal
“Ana tiene una conexión directa con el ‘profesor’. Aporta a Río el conocimiento que ya tenía de la región fronteriza. Es una articuladora que trabaja tanto para el Comando Vermelho como para el PCC”, afirmó un investigador.
Por esta razón, Ana Lucia es considerada pieza clave para mediar en el tráfico de armas y drogas para las organizaciones.
Según la policía, era responsable de negociar con proveedores, organizar el transporte de mercancías y el transporte camuflado de carga común, como alimentos. El material ilegal llegaba a las comunidades de Río camuflado en camiones.
Otro “peso pesado” detenido
Además de Ana, también detuvieron a Gustavo Miranda de Jesus, mano derecha y operador financiero de Fhillip da Silva Gregório.
Tras analizar las finanzas y los activos, los agentes localizaron a Gustavo, quien movió más de R$250 millones en nombre de la banda. Era responsable de blanquear el dinero del clan a través de empresas fantasma y eventos como bailes funk. Uno de los establecimientos era un pequeño supermercado que, según la policía, prácticamente no tenía actividad comercial.
Gustavo utilizó a su propia familia para mover los fondos.