En el día del santo del pan y el trabajo, en la Capilla San Cayetano de Sajonia hoy repartirán 8.000 platos de comida.
El Prof. Andrés Caballero Santacruz, coordinador e impulsor del karu guasu, contó que hoy prepararán caldo de ipokue con poroto, locro y vori vori para ofrecer a todos los que se acerquen durante la popular fiesta de San Cayé.
Caballero comentó que gracias al apoyo de la gente el sábado hicieron guiso de pancho y ayer domingo comieron un rico guiso de arroz de cerdo y tallarín para unas 500 personas.
“Esto es gracias a la colaboración de la comunidad y a los devotos del Paraguay porque de diferentes ciudades del país vienen a hacer sus donaciones”, expresó.
“‘La fiesta de la providencia y del trabajo en el Paraguay es en Sajonia’, escribió una vecina en el Facebook, y es así”, dijo el profe.
La misa por San Cayetano inició esta madrugada en Sajonia y durante todo el día se prevén celebraciones.
“En cada misa se reparte el pan y el tradicional portijú (galletita con golosinas)”, detalló.
Mencionó que por el santo ára de San Cayé ya comparte el altar con la Virgen de Caacupé, que se encuentra de visita. “Y mañana (por hoy) llega la Virgen de la Asunción”, dijo.
Agradecida
Luz Ricaldi, una de las cocineras en la capilla San Cayetano de Sajonia, contó que desde el año pasado se compromete a ayudar en la cocina, en agradecimiento al santo por haber conseguido empleo.
Chocolatada
Doña Gloria Adorno señaló que en la capilla San Cayetano de Lambaré van a ofrecer chocolatada con galletitas para unos 200 niños.
Recordó que en abril de este año, el santo visitó a la comunidad casa por casa para que los devotos pudieran encomendarse.
El Oratorio San Cayetano de Nueva Colombia también está de Fiesta Patronal con varias actividades previstas durante el día.
“Mi hija vino con el pan bajo el brazo”
“Cuando murió mi mamá, en el año 2020, después de seis meses quedé embarazada y mi marido perdió su trabajo”, empezó su relato Andrea Monges (34), de Itauguá.
Monges comentó que entonces su esposo trabajaba con ella en su negocio, pero se vieron ahogados en deudas y empezaron a pedirle a San Cayé. “Hasta el día que nació mi hija, a las dos de la tarde. Luego, las 2:30 le llaman a él, le dicen que le contratan para un trabajo, es un milagro, que la criatura viene con un pan bajo el brazo”, dijo.