Las hermanas paraguayas, contando su caso a la televisión brasileña (foto: acidadeon.com)
“Yo solo quería trabajar de día y estudiar de noche”, dijo la paraguaya de 15 años que huyó del prostíbulo con su hermana de 19. Ambas eran de Yuty (departamento de Caazapá), pero vivían en Ciudad del Este, de donde fueron reclutadas para trabajar supuestamente de doméstica en Foz de Yguazú hace dos años. Fueron forzadas a prostituirse y esta semana salió el fallo para la pareja de cafichos: 4 años de cárcel, pero la condena fue transformada en multas y donaciones.
Vinicius Pontes Martins (36) y su pareja Rosa Pontes Martins (38) solo deberán prestar servicio comunitario, hacer donaciones de canasta básica para los necesitados y pagar una multa para no pasar en prisión los 4 años que dice la sentencia.
El día del escape
La pareja regenteaba el local “ La Chácara das Paraguaias”, en Balneario Recreativa, de Ribeirao Preto (Sao Paulo) donde eran explotadas siete compatriotas. De allí huyeron las dos hermanas y otra paraguaya el 3 de junio del 2014 y llegaron llorando a una estación de servicio, hasta que fueron socorridas por las autoridades brasileñas y devueltas al Paraguay.
(foto: O Globo/ Sergio Ferreira/EPTV)
Ellas habían sido contactadas por una conocida en Ciudad del Este. Les había prometido que trabajarían en una casa de familia y que ganarían un salario de 1.000 reales. Pero la realidad es que fueron llevadas a un prostíbulo, donde solo podían comer una vez al día (carne con arroz) y estaban hacinadas en una pieza, que también servía para atender a los clientes.
Vinicius y Rosa fueron detenidos, pero al poco tiempo quedaron libres gracias a un Hábeas Corpus. Si bien inicialmente fueron acusados por cuatro delitos, el juez federal Augusto Martinez Pérez determinó una condena por dos causas: reducción a una situación similar a la esclavitud y aprovechamiento directo de la prostitución ajena.
Al principio, hubo cuatro acusaciones, pero la condena fue solo por dos cargos (Infografía: acidadeon.com)
En cristiano, quiere decir que las chicas debían acostarse con los clientes a cambio de 100 reales por turnos de media hora; y ese dinero se dividían los hoy condenados: Rosa les cobraba la mitad por el alojamiento y la comida, mientras Vinicius guardaba el resto supuestamente como “garantía” para que no escapen por la “deuda” de 200 reales que tenía cada chica, por gastos del traslado.
Desde el sábado 31 de mayo que llegó al local, hasta el martes 3 de junio en que escaparon, la adolescente de 15 años relató que debió hacer 5 servicios, incluyendo un acto lésbico. Pero las otras paraguayas que estaban en el lugar ya llevaban mucho más tiempo.
La justicia federal, en su fallo conocido esta semana, además absolvió a una tercera encausada, Elisabet Obregón Tijerats, por no encontrar pruebas en su contra. En la época en que la policía allanó el local de Ribeirao Preto también había saltado una conexión en Foz de Yguazú, donde supuestamente una hermana de Rosa Pontes manejaba un local nocturno donde también se encontraron paraguayas.