El fiscal de Emboscada, Bernardo Elizaur Aguirre (55), y su asistente fiscal, Liliana Florenciano (39), están siendo investigados por el Ministerio Público tras ser acusados de pedir dinero a cambio de favorecer a un procesado por lesión grave.
Los dos funcionarios públicos fueron pillados ayer, tras la entrega vigilada de G. 7 millones en efectivo realizada en la sede fiscal, presuntamente parte de la coima.
La denuncia fue presentada por la abogada Corazón Corrales, quien aseguró que el pedido del dinero se realizó mediante mensajes de texto enviados por la asistente fiscal. Según el relato, la solicitud buscaba beneficiar a Mauricio Soel Méndez Gómez, procesado por lesión grave. Corrales también señaló que mantuvo comunicaciones con el propio fiscal Aguirre, quien habría estado al tanto de las gestiones.
Al principio supuestamente pedían G. 10 millones, luego bajaron a 7.
Tras la denuncia, se realizó el operativo encabezado por la fiscala Yeimy Adle, con acompañamiento de agentes de la Dirección contra Hechos Punibles Económicos y Financieros de la Policía.
La entrega vigilada se realizó en la Fiscalía de Emboscada, donde se procedió al allanamiento de la oficina de Aguirre. La orden fue firmada por el juez Humberto Otazú.
Durante el procedimiento, la oficina del fiscal quedó bajo llave y se incautaron dos teléfonos celulares, una CPU y billetes marcados, previamente fotocopiados.
Florenciano fue trasladada a la Unidad de Delitos Económicos y Anticorrupción de Asunción; Aguirre, debido a sus fueros, solo fue acompañado por la comitiva hasta su casa.