La calle es su oficina y sus compañeras de trabajo son la escoba, la pala y sus muletas. Para don Plácido Galeano no hay excusas, porque a pesar de su discapacidad él lucha todos los días para llevar el pan a la mesa.
El trabajador de 57 años se desempeña como barrendero de la Municipalidad de Santaní y desde hace cinco años recorre las principales avenidas para mantenerlas limpias y en condiciones. También labura como guardia de seguridad en una empresa.
Hace 20 años perdió la pierna izquierda en un accidente de moto y la persona que le chocó no se hizo responsable, según su relato. Plácido estuvo muy bajoneado por muchos años, pero se levantó con todo y continuó trabajando.
En julio de este año, un grupo de personas solidarias hizo una colecta para comprarle una prótesis. Ahora puede movilizarse mejor; sin embargo, no utiliza su pierna ortopédica en sus recorridos porque es mucho más cansador para él, contó. Trabaja de 6:00 a 12:00 como barrendero y de 16:00 a 23:00 vigila las calles. Plácido tiene cuatro hijos mayores, pero vive y se maneja solo.
“No puedo usar por mucho tiempo (por la pierna ortopédica), pero uso de tarde. Tengo que caminar mucho, entonces me dificulta un poco; hice fisioterapia, pero me fui pocas veces porque no tengo tiempo”, señaló.
Pide subsidio
Con el tiempo aprendió a convivir sin la pierna que le falta, pero según él, la nueva es una bendición. Hace unos meses comenzó a gestionar los papeles en la Secretaría Nacional por los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad (SENADIS) para cobrar el subsidio, pero no obtuvo respuestas favorables.
“Si es posible quiero cobrar, pero no me quieren hacer nada. Ya hice todas las documentaciones, no me hacen caso y sé que hay muchas personas que están cobrando”, puntualizó don Plácido.