Artesanos de Areguá presentan la Sagrada Familia en distintos modelos.
En Areguá, ciudad de la frutilla y la alfarería, se siente la Navidad desde que se instaló el corredor de los pesebres, frente a la Municipalidad. Allí, la Sagrada Familia es representada en barro con distintos diseños, colores, formas y tamaños.
Los tradicionales pesebres, pequeños, en establos o en carretas, son infaltables. Sin embargo, actualmente la gente va en busca de algo más moderno. Es por eso que los clientes optan por pesebres más grandes o le agregan toda clase de animalitos, personajes animados o accesorios.
innovación
“La gente cambió la girnalda por el atrapasueños, está muy de moda. A los pesebres también le añaden mariquitas, picaflores, hasta gusanitos”, dijo Liz Montiel, vendedora. En el puesto de Diego Guerrero luce el pesebre color nieve, una de las piezas más admiradas por los turistas al igual que el pesebre indígena de la Alfarería Chito Cantero.
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